El 11 de julio se conmemora en Argentina el Día del Meteorólogo en homenaje a la creación del Centro Argentino de Meteorólogos (CAM) en el año 1969.
Los profesionales meteorólogos si bien se basan en modelos de observación que permiten interpretar las condiciones actuales y futuras del clima también interpretan la información recopilada como datos sobre el viento, temperatura, presión y humedad para generar mejores pronósticos.
Estos pronósticos son fundamentales para el desarrollo de un país, ya que se aplican al transporte terrestre, marítimo y aeronáutico, a la actividad agropecuaria, a la gestión de riesgos por desastres naturales, al combate de incendios, a la emisión de alertas y avisos de corto plazo para la protección de las personas y sus bienes, así como también a las actividades comerciales e industriales, y a las actividades de la población en general.
